martes, 12 de octubre de 2010

Crítica constructiva: La isla de los nominados

"La isla de los nominados" es una serie del canal Cuatro que fue emitida durante el verano del 2010, y relata las historias de un grupo de concursantes en una isla desierta.


Dulcinea Juárez interpreta a Verónica Alpino, "mito sexual de una generación, heredera de la fortuna de la familia Alpino (lapiceros). Ha entrado en la treintena y han dejado de ofrecerle papeles de tía buena, para recibir ofertas de madre, e incluso alguno de abuela joven, lo que la ha empujado a pasar por los mejores quirófanos del país. Le estalló una teta cuando la tiraron del helicóptero, se le ha abierto el bótox del labio inferior, se le ha caído la lentilla azul del ojo izquierdo y ya no la encuentra. Aún así, no ha perdido un gramo de su altivez, su soberbia y su porte".


En definitiva, tenemos ante nosotros a la chula más chula de la isla, y es que Verónica Alpino no se arrodilla ante nadie. Es un personaje interesante y, sobre todo, divertido.  Es claramente una crítica exagerada a todas esas divas que todos conocemos, que se pasean de plató en plató con veinte operaciones de cirugía estética a cuesta. A Dulcinea parece que le va como anillo al dedo, y no porque se parezca a ella precisamente (o eso supongo yo). El papel lo borda, y hace de Verónica un personaje creíble (exagerado, sí, pero aún así creíble), y su punto fuerte es su habilidad para transmitir perfectamente todo tipo de emociones. Y es que aunque Verónica es una auténtica bruja, de vez en cuando le podemos ver su lado sensible (y, sí, inexplicablemente Dulcinea consigue dar pena).

En la página web de Cuatro podéis disfrutar de todos los sketches protagonizados por Dulcinea Juárez. Personalmente, este es uno de mis favoritos, donde Verónica pasa de ser una capulla a un perrito faldero y viceversa.








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