lunes, 11 de octubre de 2010

La ratonera

"La Ratonera" llega al Teatro Reina Victoria tras años consecutivos representándose en las tablas londinenses con gran audiencia.
La Ratonera es uno de los famosos cuentos de la inglesa Agatha Christie, que lleva representándose -como obra de teatro- en Inglaterra desde hace muchos años, pero que acaba de llegar al Teatro Reina Victoria de Madrid, protagonizada por María Castro, Gorka Otxoa, Paco Churruca, Aroa Gimeno, Maribel Ripoll y Leandro Rivera, entre otros.

Tuve la suerte de poder asistir esta noche a la función número 100, aunque esto es una simple anécdota comparada con la genialidad de la obra. Sin llegar a ser lo mejor que he visto en mi vida, me gustó mucho. La historia es atrapante, llena de intriga y con final sorprendente; muy a lo Agatha Christie. Te tendrá toda la obra con la cabeza funcionando, sospechando de uno y luego de otro, hasta conseguir que dudes de cada uno de los integrantes de la mansión Mon(k)swell.

Las actuaciones son muy buenas, algunas brillantes, como Paco Churruca, Gorka Otxoa, Guillermo Muñoz, María Castro... En realidad, todos ellos estuvieron espectaculares, cada uno amoldado perfectamente a su personaje. Se notaba que ya llevaban cien representaciones.
Me gustaría destacar el trabajo de María Castro, que en su debut en el teatro estuvo espléndida, y ahora nadie podrá negar que es una excelente actriz.



Mollie Ralston, mujer de Giles Ralston, hereda una gran mansión llamada Monkswell, que  (contando con ciertas dudas por parte de su marido) decide acondicionar y utilizar como hostal. En su primer día de apertura, los Ralston ya cuentan con cuatro huéspedes dispuestos a alojarse en sus habitaciones (por orden de aparición):
- Christopher Wren. Joven estudiante de arquitectura que sueña con hacer famosas sus casas prefabricadas. Tiene ciertos aires infantiles que hacen perder los nervios a más de un huésped.
- Señora Boyle. Mujer de unos cincuenta años que se vio obligada a vender su casa debido a los apuros económicos que asolaban el país en ese tiempo, por lo que se encuentra en la necesidad de hospedarse en hoteles para ahorrarse molestias. A pesar de ello, es una mujer clasista, quisquillosa, quejica y (¿por qué no?) también insoportable.
- Comandante Metcalfe. Soldado retirado del ejército, serio y seguro de sí mismo.
- Señora Casswell. Joven inglesa residente en Mallorca, y que ha vuelto a su país natal para resolver un "asunto". Reservada, de mente fría e inteligente.

Pero en medio del invierno, y rodeados de una tormenta de nieve parece ser que un individuo ha tenido un accidente con su Rolls Royce: su coche ha chocado contra un árbol y ha tenido que arrastrar su maletín hasta la casa más cercana: la mansión (ahora hostal) Monkswell. El personaje en cuestión es el señor Paravicini, un italiano excéntrico y bromista, al que le gusta burlarse de las situaciones de tensión que se viven en el hostal.

Con tanta tormenta no tardan en quedarse completamente comunicados, y reciben una extraña llamada de la comisaría de policía diciendo que van a enviar un agente para investigar un delito. Sin más explicaciones, los Ralston esperan impacientes al policía, a pesar de creer imposible la llegada de ningún ser humano debido al temporal. El sargento Trotter llega gracias a sus habilidades como esquiador, y cuenta a los presentes el motivo de su visita: se ha producido un asesinato en serie, y el siguiente posiblemente se cometa en la mansión.

Incomunicados y rodeados de nieve deben lidiar con el asesino que se encuentra entre ellos e intentar descubrirlo antes de que vuelva a matar.

Es una obra de teatro completamente recomendada, para nada aburrida, y en la que vale la pena pagar y esperar un poquitín más con tal de verla en las primeras filas. Sorpresas, intrigas, comedia, emoción, tensión... todo comprimido en dos horas y media de espectáculo.

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