Hoy ha tenido lugar el ensayo general de la obra "Forever Young", dirigida por Tricicle y protagonizada, entre otros, por Dulcinea Juárez
Pasando de introducciones, me meto directamente a la crítica, que es lo que interesa.
Empiezo por las canciones, que me han parecido bien elegidas y, sobre todo, muy bien interpretadas. Y es que no solo se respiraba un abrumador talento sobre el escenario, sino que la forma en la que se hilaban (sobre todo los pupurrís) me pareció maravillosa. Es mi DEBER mencionar a Edith Salazar, quien (por mucho que me pese, y creedme, que me pesa), ha sido la gran reina del musical. No por su afán de protagonismo, porque no tuvo muchas canciones, pero la calidad con la que las interpretó fue realmente sobrecogedora. No me esperaba menos de ella, pero hacía tanto que la había visto por última vez en OT que se me había olvidado por completo su increíble voz.
Una de las mejores partes ha sido la intensa mezcla de conocidas obras de teatro. Mi favorita, como no podía ser de otra manera, ha sido la interpretación de Adela, personaje de la Casa de Bernarda Alba, y a quien le tengo un cariño especial desde que leí el libro. "Pepe el Romano era mío, ¡yo me lo tiraba!" gritó Dulcinea en medio de la función. Y es que sin duda fue un tremendo broche de oro, principalmente por una cuestión mía personal.
Y es que mucha Edith Salazar o mucho Rubén Yuste no pueden evitar que deje de hablar de Dulcinea Juárez, que, por otra parte, es a lo que venimos. No es porque sea la "niña de mis ojos", ni porque a veces yo pueda resultar demasiado favoritista, pero pienso que el gran momento de la obra lo marcó la artista con su monólogo. La "historia de los árboles" fue tremenda, y cada frase que decía encendía una chispa que te enganchaba de forma casi extraña al relato. Sinceramente, no me podía parar de reír. ¿Quién nos iba a decir que nuestra Dulcinea había sido una hippie-activista-liberal en sus años mozos, con piercings, amor libre y rastafaris incluídos? Y ahora hecha toda una abuelita... pero con energía, y mucha mala leche, todo hay que decirlo.
Su intervención en "I Love Rock and Roll" fue simplemente alucinante, igual que su versión de "Barbie Girl", que por otra parte pilló totalmente por sorpresa al público (me inlcuyo). La única pega que le pongo es que le podrían haber dado alguna canción para lucirse de verdad, porque estaba deseando que se repitiera lo que oí en "Proyecto Youkali", cuando Dulcinea cantó "I Dream a Dream". Seeh, totalmente utópico, pero soñar no cuesta nada, ¿no?
Pero vamos, que me voy del tema (no sé si se nota que Youkali me tocó en el fondo). Los chistes resultan efectivos, aunque algunos de ellos repetitivos, y el protagonismo debería haber estado un pelín mejor repartido entre los cantantes, porque al fin y al cabo se veían pasear por el escenario más o menos a los mismos. Pero una vez más puede ser una simple muestra de mi favoritismo.
En cuanto a los otros actores, la verdad es que fue uno mejor que el otro, y cada vez se superaban a sí mismos mientras avanzaba la obra. En fin: Tricicle en estado puro.
En cuanto a los otros actores, la verdad es que fue uno mejor que el otro, y cada vez se superaban a sí mismos mientras avanzaba la obra. En fin: Tricicle en estado puro.
Pero como conclusión, ha sido un bonito musical para pasar el rato, y lo mejor es que es de esos que te hacen reflexionar. Porque habrá muchas risas, pero tampoco faltarán lágrimas, y es que llega un momento en el que da penilla de verdad.
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