Con motivo del estreno del nuevo musical de Tricile, Forever Young, el diario "El Mundo" ha entrevistado a la actriz Dulcinea Juárez.
Su desquiciada Dama del Lago en Spamalot (y en concreto un alucinante solo en el que demostraba lo que su garganta privilegiada da de sí) hicieron que muchos reparan en esta despampanante rubia que, además de componer, sabe tocar la guitarra, el piano y, ojo, el laúd renacentista.
Ahora, Dulcinea Juárez (Reus, Tarragona, 1977) vuelve a la Gran Vía, de nuevo dirigida por Tricicle, con Forever Young, un corrosivo musical sobre una residencia de ancianos en la que pasan sus últimos días viejas glorias del pop y del rock. "Yo hago de abuela heavy metal y cascarrabias. Somos un grupo de viejunos muy vitalistas que hemos sido artistas hasta hace poco y no nos resignamos a envejecer", explica. En este asilo le acompañan otros nombres ilustres de nuestra escena como Jacobo Dicenta, Edith Salazar o Armando Pita.
"Aquí no hay grandes coreografías porque al ser los protagonistas de la tercera edad, se supone que tenemos movimientos limitados y eso cuesta mucho porque en seguida tu energía se desparrama. Paco Mir nos decía: 'Tenéis que dejar que salga el viejo que lleváis dentro'. Porque igual que todos llevamos un niño interior, también llevamos un viejuno", prosigue. Curiosamente, la caracterización (abajo puede verse el proceso) le ha costado bastante menos y, en 10 minutos, ella misma es capaz de echarse unas décadas encima. "Nos creíamos que iba a ser una caracterización de hora y media en el camerino y para nada".
En lo que no se nota este toque vetusto es en el repertorio de las canciones, la mayoría de ellas vitalistas éxitos del pop y el rock que van desde el Forever Young del título hasta una versión de I Will Survive, pasando por Satisfaction o I Love Rock & Roll, la favorita de Dulcinea. "Además de ser un musical fundamentalmente cantado, aquí también es muy importante la actuación. Lo cual he agradecido mucho, porque puedes trabajar más a fondo el lado cómico de la función. Lo que el autor, Erik Gedeon, nos quiere decir es que vivamos aquí y ahora, que no esperemos mucho".
Por eso mismo, recomienda encarecidamente su visión a los jóvenes aunque el tema geriátrico no resulte muy atractivo a priori para ellos. "Está muy bien que vengan para que vean lo que les espera. En los primeros pases ha venido gente con los niños y ellos son, precisamente, los que más disfrutan; debe ser porque a una cierta edad nos volvemos un poco niños, pero es que la edad es una cuestión mental y la juventud hay que trabajarla. Por muchos liftings que te hagas, si eres una aburrida no vas a parecer más joven".
Fácil de decir desde la barrera pero... Cuándo tenga la edad de su personaje, ¿cómo se imagina? "Dentro de 40 años, para desgracia del resto, no creo que se me quite esta curiosidad que tengo y las ganas de aprender. Me molesta mucho la gente que cree que ya lo ha hecho todo en la vida. Es como para decirle: 'Pues si ya no tienes más que hacer, muérete, ¿no? deja paso a los demás'". Lo dicho, una abuela heavy metal.
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