"Proyecto Youkali" es una emocionante experiencia filantrópica ambientada en la España contemporánea que pone los pelos de punta.
Y yo sigo con mi inamovible costumbre de publicar críticas teatrales cuando la obra ya no está en cartel. Y es que eso es lo que tiene ir a la útlima función de la obra.
Proyecto Youkali es una obra de teatro contemporánea escrita y dirigida por Miguel del Arco, que se representó el 20 de Junio en el Matadero de Madrid con motivo de la celebración del Día del Refugiado. Tras ver el éxito que tuvo, decidieron representarla desde el 7 de septiembre hasta el 19 del mismo mes. Es decir, por tan solo dos semanas (y desde 16 a 22 euros) se podía disfrutar esta magnífica pieza teatral en las Naves del Teatro Español en el Paseo de la Chopera.
Aunque me duela, tengo que admitir que tenía mis dudas a la hora de comprar la entrada. Vamos a ser honestos, veintidós euros no son calderilla (al menos para mí) e ir a ver una obra que no se presentaba como algo divertido o cómico, pues me echaba un poco para atrás a la hora de decidir la compra. Sin embargo, y afortunadamente, me decidí por asistir a la útlima función, arrastrada por el innegable talento que ya había presenciado, de Dulcinea Juárez.
Sí, la archipelirroja diva de Spamalot fue lo primero que me llamó la atención de la obra, ya que después de haber visto su impecable interpretación en el Lope de Vega no podía dejar pasar la oportunidad de verla una vez más sobre las tablas. Sin embargo, esto no parecía ser razón suficiente para desembolsar los benditos veintidós euros que yo tenía reservados para disfrutar de alguna de las obras de teatro que se presentaban esta temporada. Tras fisgonear la cartelera, me llamó la atención la obra "¡A Saco!", y comencé a investigar sobre ella. A pesar de todo, quedaron muchos planes en el aire.
La cosa cambió cuando, el nueve de septiembre (dos días después del estreno), asistí al encuentro con el público de Proyecto Youkali (una vez más, para ver a Dulcinea y enterarme un poco más del asunto). Y efectivamente, me enteré y quedé atrapada en el interesantísimo argumento que nos ofrecía Miguel del Arco.
La obra tiene unidad de lugar, puesto que se desarrolla enteramente en un plató de televisión. En él, varios testigos relatan su historia, en la cual todos habían tenido la necesidad de huir de su país de origen por haber sido amenazados y torturados por su propio gobierno. A algunos le denegaron el asilo político en nuestro país, a algún otro se lo habían concedido y otros incluso fueron obligados a volver a su país, y allí fueron asesinados por el propio gobierno.
Los testimonios de por sí son realmente estremecedores, y aunque la única actriz que conocía era Dulcinea, todos los demás estuvieron también sublimes. Y es que hace falta mucha fuerza interpretativa para meterte en un papel tan dramático y con una fuerza psicológica tan extrema, viviendo situaciones que jamás podrías imaginarte.
A pesar de guardar la unidad de lugar, la obra se desarrolla en el transcurso de tres años (es decir, no tiene unidad de tiempo). En ese plató de televisión se presenta un programa que se emite todos los años el veinte de junio, día del refugiado, y los protagonistas cuentan cómo ha ido evolucionando su situación. Contrariamente a la imagen que la cadena quiere dar del gobierno, sus vidas no han mejorado, y aún se sienten acosados y aterrorizados. Curiosamente, la única persona cuya vida se estabilizó fue la de una atractiva cantante con una voz preciosa, que fue expulsada de su país por escribir letras de canciones con mensajes homosexuales.
SPOILER
El final nos cuenta como el propio presentador del programa se ve perseguido por el gobierno de España por haberle llevado la contraria, publicando un material que le perjudicaba. Finalmente se ve en la misma situación que sus entrevistados, y acaba huyendo del país tras haber sobrevivido a varios intentos de asesinato.
FIN DE SPOILER
FIN DE SPOILER
La obra es realmente estremecedora, y te acerca a una realidad que quizás nunca te habías planteado. Te das cuenta de la realidad a la que representa el concepto de "justicia", y como es ignorada por todo el mundo. Sabes que todos los personajes están basados en casos reales, y te sobrecoge pensar que el ser humano pueda llegar a tal grado de crueldad. Al mismo tiempo, sientes admiración por aquellos que se prestaron a dar voz a aquellos que no la tienen, y a enseñar al público un mundo parcialmente escondido, y del que no hablan los medios de comunicación. Se siente una impotencia terrible el saber que estas cosas pasan cada día sin que nadie haga nada para evitarlo. La situación es real. Está pasando aquí y ahora.
Amo esta obra de teatro por varias razones:
- Una interpretción impecable.
- Unas canciones preciosas y unos vozarrones increíbles.
- La voz de Dulcinea Juárez, que sigue siendo la más bonita que haya oído nunca.
- Unas historias que te ponen los pelos de punta.
- Que te muestra una realidad que está ocurriendo.
- Porque es la primera vez que lloro viendo una obra de teatro.
Ojalá vuelva al cartel. La volvería a ver y arrastraría a todo el mundo a verla.
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