Toc-Toc es una obra de teatro dirigida y coprotagonizada por Esteve Ferrer que ya cuenta con su segunda temporada en las tablas del Teatro Príncipe de Madrid.
Tras dejar aparcada la sección teatral del blog, hoy vuelvo con una refrescante propuesta.
Toc-Toc lo había visto ya hacía varios meses, pero no fue hasta el viernes que disfruté de ella por segunda vez. Y digo disfruté porque la verdad es que es una gozada sentarte en las butacas y reírte sin parar durante hora y media. Y por otra parte, ver la obra dos veces te permite observar la evolución de los actores.
TOC responde a las siglas de Trastorno Obsesivo Compulsivo, y precisamente de esto se trata la obra: seis pacientes se encuentran en la sala de espera de un renombrado psicólogo con la esperanza de que sea capaz de aliviarles su trastorno y hacerles la vida más llevadera, aunque no todos ellos admiten que tienen un problema. El especialista se encuentra en Londres y el avión se ha retrasado, por lo cual los seis pacientes se ven forzados a mantener divertidas conversaciones y a compartir entretenidas situaciones que prometen no aburrir al espectador.
Pero vamos con lo que a mí más me gusta comentar: las actuaciones
Hoy me apetece empezar con lo fuerte, así que cogeré primero al nuevo miembro del equipo:
Fran Sariego (Pep). Es el que la tiene más difícil, con diferencia, porque a mí Dani Muriel me había gustado mucho la primera vez que fui a ver la obra, y verle sustituido por un actor para mí desconocido no me hacía mucha gracia. Lo primero que salta a la vista es que tiene bastante menos agilidad que Dani (algo imprescindible para este personaje en particular), y su torpeza le ocasionó varias caídas, que desde las butacas se veían dolorosas. Otro punto a analizar es que me pareció muy sobreactuado, algo en lo que también ganaba Dani Muriel. En su favor tengo que decir que no destrozó el personaje, pero de todas formas no me gustó nada el cambio.
Fran Sariego (Pep). Es el que la tiene más difícil, con diferencia, porque a mí Dani Muriel me había gustado mucho la primera vez que fui a ver la obra, y verle sustituido por un actor para mí desconocido no me hacía mucha gracia. Lo primero que salta a la vista es que tiene bastante menos agilidad que Dani (algo imprescindible para este personaje en particular), y su torpeza le ocasionó varias caídas, que desde las butacas se veían dolorosas. Otro punto a analizar es que me pareció muy sobreactuado, algo en lo que también ganaba Dani Muriel. En su favor tengo que decir que no destrozó el personaje, pero de todas formas no me gustó nada el cambio.
Esteve Ferrer (Camilo) es el indudable broche de oro de la obra, y es que su personaje, además de ser el que más carga memorística tiene, es también el que lleva a sus hombros gran parte del peso cómico de "TOC-TOC". No encuentro nada concreto que destacar, porque sinceramente toda su actuación fue fantástica, sin duda hace reír con cada gesto y cada frase. Sin embargo, creo que Camilo tiene demasiado protagonismo, y en ocasiones resulta pesado.
Miguel Foronda (Fred) fue uno de los más flojitos de la obra, y lo peor es que no le encontré evolución desde la primera vez que le vi. No está mal, pero pocas de sus intervenciones son graciosas (su personaje tampoco echa mano de un humor muy inteligente ni innovador). Y, por favor, que alguien le enseñe a pronunciar correctamente "fuck you", que ya van dos veces que lo dice mal (y supongo que las otras cientos de veces habrá hecho lo mismo).
África Gozalbes (Blanca) fue una de las que evolucionó de forma considerable, y eso me hizo salir del teatro con una sonrisa de más. No había estado mal el año pasado, pero hace un par de días consiguió lucirse y aprovechar todos los recursos de su personaje para sacar más de una carcajada.
Inge Martín (Lili) es, por así decirlo, la niña de mis ojos de TOC-TOC (igual que Dani Muriel). Quizás es porque le tengo un cariño especial desde "Hermanos y detectives", o porque su personaje fue el que mejor me cayó, pero me es imposible hacer una valoración negativa de esta actriz. La forma en la que pasa desapercibida en el principio de la obra, pero a la vez generando expectativa, es realmente un logro en cuanto a la interpretación, y Lili a la vez protagoniza uno de los momentos que más me hicieron reír en toda la obra (para no dar muchos detalles, es el momento en el que juegan al parchís). No creo que destaque, porque sin duda aquí el que lleva la corona es Esteve Ferrer, pero es una actriz correcta que cumple su objetivo: hacer reír.
Ana Frau (María) es la más flojita de entre los personajes femeninos, pero a la vez es la que más ha evolucionado en estos meses. La primera vez que fui a ver TOC-TOC, era la peor del grupo con diferencia: no hacía gracia y parecía un personaje de relleno. Pero en esta última vez, Ana Frau pareció cobrar vida finalmente, y consiguió estar a la altura de su personaje.
África Gozalbes (Blanca) fue una de las que evolucionó de forma considerable, y eso me hizo salir del teatro con una sonrisa de más. No había estado mal el año pasado, pero hace un par de días consiguió lucirse y aprovechar todos los recursos de su personaje para sacar más de una carcajada.
Inge Martín (Lili) es, por así decirlo, la niña de mis ojos de TOC-TOC (igual que Dani Muriel). Quizás es porque le tengo un cariño especial desde "Hermanos y detectives", o porque su personaje fue el que mejor me cayó, pero me es imposible hacer una valoración negativa de esta actriz. La forma en la que pasa desapercibida en el principio de la obra, pero a la vez generando expectativa, es realmente un logro en cuanto a la interpretación, y Lili a la vez protagoniza uno de los momentos que más me hicieron reír en toda la obra (para no dar muchos detalles, es el momento en el que juegan al parchís). No creo que destaque, porque sin duda aquí el que lleva la corona es Esteve Ferrer, pero es una actriz correcta que cumple su objetivo: hacer reír.
Ana Frau (María) es la más flojita de entre los personajes femeninos, pero a la vez es la que más ha evolucionado en estos meses. La primera vez que fui a ver TOC-TOC, era la peor del grupo con diferencia: no hacía gracia y parecía un personaje de relleno. Pero en esta última vez, Ana Frau pareció cobrar vida finalmente, y consiguió estar a la altura de su personaje.
En definitiva, es una obra divertida, entretenida y graciosa. El vestuario y la escenografía son sencillos pero escogidos de forma cuidadosa y al detalle. Creo que es una obra más que recomendable de entre la cartelera madrileña, que recordemos que ya va por su segunda temporada.
Y aquí podéis disfrutar de varios vídeos de la obra, colgados en la página web de Youtube:
Y aquí podéis disfrutar de varios vídeos de la obra, colgados en la página web de Youtube:
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