jueves, 28 de abril de 2011

Crítica Constructiva: Dulcinea Juárez en Spamalot

Dulcinea Juárez se llevó el único papel protagonista femenino en el musical de los Monty Python "Spamalot", en Madrid, y dirigido por Tricicle.

Ignasi Vidal y Dulcinea Juárez como Sir Galahad y la Dama del Lago, respectivamente
 
Se me apareció emergiendo de las profundidades. Su brazo, adornado por el más fino y brillante brocado, empuñaba la espada llamada Excalibur, lo que indicaba, según la divina providencia, que yo, Arturo, estaba destinado a empuñarla.

Así presentaba Jordi Bosch cada tarde a Dulcinea Juárez justo antes de su primera aparición en escena, cuando el musical de los Monty Python “Spamalot”, se representaba en las tablas del magnífico Lope de Vega de Madrid.

No está muy clara la razón por la que no hice esta crítica antes, porque esta función la vi representada hace más de dos años, pero algo me impulsó para que hoy y ahora escriba por fin una crítica en condiciones de la actuación de Dulcinea Juárez en la obra de Tricicle “Spamalot”.

Creo que sería justo decir que hubo una especie de antes y después en mi vida que marca la primera vez que fui al teatro a ver “Spamalot”. No tenía mucha experiencia ante las tablas, pero ya había visto “Jesucristo Superstar” en el Lope de Vega, y no me iban a sorprender fácilmente. Pero los Monty Python, Tricicle, y todo el equipo artístico y técnico de “Spamalot” consiguieron alucinarme como nunca. Había visto películas, series de televisión… había asistido a conciertos, a monólogos… pero jamás me lo había pasado tan bien contemplando un espectáculo como en las butacas del Lope de Vega viendo dicho musical.

Las carcajadas fueron continuas, pero solo una persona consiguió dejarme con la boca abierta y completamente anonadada tras su actuación, y esa persona fue la desconocida Dama del Lago. Suelo recordar perfectamente las primeras impresiones, sin embargo, esta vez no consigo acordarme de lo que pensé en el momento que la vi aparecer sobre el escenario. Creo recordar haber rememorado los momentos vividos con el personaje de María Magdalena en “Jesucristo Superstar”, que hasta entonces había sido la única referencia que tenía para compararla. Pero en cuanto la oí cantar supe que aquello era algo totalmente diferente. Si la voz de aquella protagonista me había parecido entonces preciosa, la de la Dama del Lago era sencillamente perfecta.

En el intermedio, no pude evitar recorrer con gran interés las páginas del programa de mano, hasta averiguar el nombre de aquella, entonces, misteriosa actriz. Los comentarios que cruzaba con mi padre, que en aquel momento me acompañaba viendo el musical, eran todos unánimes: esa mujer era increíble. Una interpretación divertida, una presencia digna de una diva, y una voz totalmente deslumbrante. Había que reconocer que aquella actriz lo tenía todo para triunfar en las tablas.

Las tres "Damas del Lago" españolas

Y nada más lejos de la realidad. La actuación de Dulcinea Juárez en “Spamalot” es absolutamente perfecta. Ni Marta Ribera, y ni siquiera Sara Ramírez, podían igualar a la actriz que representaba sus papeles en Madrid. Antes de meterme de lleno en la crítica, me gustaría compararla con Marta Ribera, a quien yo siempre he llamado con cariño “la Liza Minelli española”.

La diferencia entre la protagonista de Barcelona y la que se llevó el papel madrileño es abismal. Si bien Marta Ribera tuvo una interpretación correcta, no se acerca ni por asomo a la grandeza de la voz de Dulcinea Juárez (algo que se nota incluso comparando las grabaciones de Youtube y Spotify).  Ambas Damas del Lago son totalmente incomparables. Si hubiese sido al revés, y la obra se hubiese representado primero en Madrid, a Marta Ribera le hubiesen llovido tomatazos por doquier.

Y en cuanto a Sara Ramírez… pues es la primera vez que una Dama del Lago consigue acercarse a su enorme calidad, y, en mi opinión, logra superarla con creces. Pero eso ya va en cuestión de gustos.


Y ahora me zambullo de lleno en la actuación de Dulcinea Juárez en “Spamalot”, porque sino esto se va a hacer eterno.

La calidad vocal de su interpretación es indescriptible, y cualquier sonido más bonito que aquel que desprendía la actriz en cada una de sus canciones, resultaría imperceptible para el oído humano. Si queréis ver algún ejemplo, tenéis aquí una buena muestra de lo que esta mujer puede hacer con sus cuerdas vocales.

En cuanto a la comicidad, Dulcinea Juárez lo dio todo como Dama del Lago. Ni que decir tiene que su “Lamento de la Diva” fue uno de los momentos más desternillantes del musical (¡que ya es mucho decir!). El personaje y el escenario requerían una actriz muy expresiva, que consiguiese hacer llegar el personaje al público del último anfiteatro, y Dulcinea Juárez borda la interpretación del papel como nadie.

Otro aspecto importante en “Spamalot” era la presencia que tiene que tener la Dama del Lago sobre las tablas. Primero, porque la actriz está interpretando a una gran diva del espectáculo, y segundo, porque hace falta mucho arte para que una sola persona consiga llenar el enorme escenario del Lope de Vega. Y será porque era la única protagonista femenina, o por llevar vestidos deslumbrantes, o un brillante pelazo moreno, o un maquillaje despampanante... o simplemente por haber sido agraciada por buenos genes; pero esta mujer se comía el escenario con patatas cada vez que pisaba las tablas.

La prueba de todo esto está aquí mismo, porque por muy extraño que suene, el resultado de aquella inmejorable actuación está en el blog. En el blog, y en las casi dos caras de páginas que estoy escribiendo para esta entrada xD.

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